No se indigne sólo: Atrévete! Ambiciona!

No se indigne sólo: Atrévete! Ambiciona!Socialismo del Siglo XXI: una utopía, una mentira o una solución? a Sábado, 28 de enero 2012 a las 18:28
     
       Stéphane Hessel escribió un libro que llama a la indignación contra este tipo de sociedad que promueve la explotación del hombre, por el aumento de la brecha entre ricos y pobres. Es necesario encontrar un nuevo modelo de distribución de la riqueza suporte una clase media grande capaz de mantener un estado de bienestar que protege a un número que si se quiere cada vez menor de necesitados y para hacer una lucha sin cuartel contra un puñado de muy ricos que uttilizan todas las expedientes legales para evadir impuestos.
      Es habitual escuchar que la culpa del estado a que llegamos es de los políticos. En democracia los políticos son elegidos por el pueblo y si los creemos incompetente no nos limitemos a la indignación .Es necesario intervenir cívicamente, de manera que contribuya a la sustitución de estos políticos por otros más capaces. No basta requerir a los políticos para resolver nuestros problemas con  reuniones pontuales de indignados, ocupación de plazas  y el folclore. Es necesario pensar, reflexionar, ser informado, discutir los problemas con el fin de encontrar soluciones innovadoras que sean sostenibles, con el fin de resolver de manera efectiva un problema que asola los derechos ganados con sudor y sangre durante varias generaciones desde la revolución industrial.
       El Estado de Bienestar Social que tenemos hoy en las sociedades occidentales no es innato, pero si un beneficio ganado que sólo existe mientras se preserva y para ser preservado necesita de ser viable en un mundo con más de 7 mil millones de personas que quireren los mismos  derechos que tenemos y lo que queremos para nuestros hijos.
       Es  legítimo ambicionar lo imposible, porque gran parte de lo que tenemos es resultado de la ambición y el sueño de algunos de los quales a menudo pagado con su vida la utopía de un mundo más justo y fraterno, y que han logrado hacer posible lo imposible, pero después se necesita mucho trabajo, persistencia,  capacidad para hacer frente a las vicisitudes de una ruta innovadora para hacer viable la legítima ambición de vivir un mundo mejor.
      No es suficiente una indignación sin inconsistente y confortable. Es necesario dar un paso adelante para tomar ventaja de un por ciento de inspiración que sólo llega a buen término con el 99 por ciento de sudor . Sin embargo, para obtener un 1 por ciento de inspiración a veces es necesario escuchar el 99 por ciento de ideas inconexas y hacer un filtrado con el fin de aprovechar el trigo que se oculta en medio de tanta paja.
      Las revoluciones pueden ser fáciles de hacer, pero para hacer con que ellas hagan fructos y contribuiam a mejorar el nivel de vida ya es mucho más complicado y laborioso.      Revoluciones estériles por lo general terminan en las dictaduras, con guerras en el medio, al igual que con lo sucedido en la Revolución Francesa  que dio lugar a Napoleón Bonaparte, con las consecuencias que conocemos.