sábado, 11 de agosto de 2012

El Plan B para la implosión del euro


         Por mucho que los expertos garantizan el contrario, existe una creciente probabilidad de que el euro tiene los días contados en algunas economías periféricas como Grecia y Portugal. Sabiendo de antemano las consecuencias  directas e indirectas de tal evento, se debe preparar con cierta urgencia un plan de contingencia, una especie de Plan B  esta circunstancia, que tenga capacidad de hacer  dinero de forma rápida, sólo para circulación interna para que la economía nacional no se quede estancado en caso de fallo, también llamado bancarrota.
        Si de repente el Estado se encuentra sin dinero  para pagar los sueldos de sus empleados, jubilados y proveedores, se necesita un plan de contingencia para garantizar las condiciones mínimas de supervivencia, especialmente en el campo de la energía y alimentacion, la preparación de un retorno a la agricultura de subsistencia, ya que no habrá dinero para importar la gran mayoría de las mercancías, incluso para las necesidades básicas. Por otro lado, un plan que garantiza nuestra independencia y reducir la dependencia del sector externo es siempre una baza fundamental que tenemos como pueblo y como estado.
        Un plan de emergencia de esta forma deberá estar preparado con la ambición de jamas ser se utilizado. He visto los planes en preparación para las situaciones más inverosímiles, como la gripe aviar y el bul del 2000, así que no veo razón para no ir creando un plan. Es mejor estar preparado para un desastre y no sea así, que seguir escondiendo la cabeza en la arena fingiendo  que todo está muy bien cuando vemos el día a día se hunde la economía en la mayoría de los países europeos.
        Yo sería mucho más relajado, si hubira a un grupo de trabajo para preparar el plan, que implicaria sin duda el racionamiento de combustible, contratos alternativos para el suministro de los combustibles fósiles directamente con los países exportadores de petróleo con los que las transacciones directas, tales como Angola, Brasil y Venezuela, continuará invirtiendo en energía renovable, iniciar el estudio para una planta de energía nuclear , preparar a la Casa de la Moneda para emisión de nueva moneda, la creación de nuevas alianzas para una moneda común se Ibérica, o una moneda común en el sur de Europa, que más tarde podría extenderse a algunos países del norte de África como Marruecos y Túnez, o, alternativamente, la creación de una moneda de referencia común de los países ibero americanos.

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